En los mercados financieros, los cambios repentinos en las instituciones a menudo provocan reacciones inmediatas de los inversores. Esta reacción generalmente se manifiesta como una aversión al riesgo, en lugar de un análisis racional. Por ejemplo, cuando se enfrenta a un choque inesperado, la primera acción de los comerciantes es reducir sus tenencias, en lugar de reflexionar profundamente sobre el valor intrínseco del Bitcoin.
Este fenómeno es especialmente evidente durante las fluctuaciones del sistema del dólar. Los activos de riesgo, incluida la Bitcoin, a menudo son los primeros en sufrir el impacto. Esto refleja el pensamiento inercial del mercado. La verdadera reevaluación del valor generalmente requiere esperar a que el mercado se calme después de la inicial ola de pánico.
A pesar de que Bitcoin a menudo se describe como una herramienta de cobertura descentralizada, para la mayoría de los inversores institucionales, todavía se clasifica como un activo de riesgo con un alto coeficiente beta, similar al índice Nasdaq. Cuando la dirección de las tasas de interés es incierta y la prima de riesgo aumenta, Bitcoin suele ser uno de los primeros activos en ser vendidos. Entre la narrativa y la lógica de negociación, el mercado siempre prioriza esta última.
Sin embargo, la influencia de factores políticos sobre la política monetaria no significa un relajamiento inmediato de la política monetaria. Los políticos pueden estar más inclinados a adoptar una estrategia de descenso de las tasas de interés a corto plazo y aumento de las tasas de interés a largo plazo, para complementar su política fiscal y los intereses electorales. Este complejo entorno de tasas de interés no tiene un impacto unidireccional sobre Bitcoin, sino que podría llevar a los inversores institucionales a optar por la espera.
Actualmente, uno de los principales desafíos que enfrenta el mercado de criptomonedas es la falta de compras activas. A pesar de que la volatilidad de la Reserva Federal debería beneficiar la narrativa de inversión en Bitcoin, el mercado carece de un flujo de capital activo, dependiendo únicamente de la entrada de capital pasivo. Sin suficientes compradores para absorber la oferta, incluso la lógica de inversión más convincente es difícil de reflejar directamente en la tendencia de precios.
En general, la reciente caída de Bitcoin no significa que su discurso de inversión haya sido negado, sino que refleja una reacción del mercado a corto plazo dominada por el flujo de capital y la lógica de negociación. A largo plazo, la politización de la política de la Reserva Federal podría, de hecho, reforzar la posición de Bitcoin como herramienta de cobertura. Sin embargo, la valoración del mercado sobre esto podría estar rezagada e incluso podría necesitar esperar a que ocurra un próximo evento importante para que se manifieste plenamente.
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BoredApeResistance
· hace10h
Posición corta hace observación del mono en la orilla
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GovernancePretender
· hace10h
No te preocupes, tomar a la gente por tonta.
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RadioShackKnight
· hace10h
tontos demasiado, el mercado está demasiado desordenado
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LiquidityWitch
· hace10h
Los inversores minoristas siempre han sido tontos, ¿verdad?
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MagicBean
· hace10h
Es demasiado real, la gran mano simplemente está vendiendo a raudales.
En los mercados financieros, los cambios repentinos en las instituciones a menudo provocan reacciones inmediatas de los inversores. Esta reacción generalmente se manifiesta como una aversión al riesgo, en lugar de un análisis racional. Por ejemplo, cuando se enfrenta a un choque inesperado, la primera acción de los comerciantes es reducir sus tenencias, en lugar de reflexionar profundamente sobre el valor intrínseco del Bitcoin.
Este fenómeno es especialmente evidente durante las fluctuaciones del sistema del dólar. Los activos de riesgo, incluida la Bitcoin, a menudo son los primeros en sufrir el impacto. Esto refleja el pensamiento inercial del mercado. La verdadera reevaluación del valor generalmente requiere esperar a que el mercado se calme después de la inicial ola de pánico.
A pesar de que Bitcoin a menudo se describe como una herramienta de cobertura descentralizada, para la mayoría de los inversores institucionales, todavía se clasifica como un activo de riesgo con un alto coeficiente beta, similar al índice Nasdaq. Cuando la dirección de las tasas de interés es incierta y la prima de riesgo aumenta, Bitcoin suele ser uno de los primeros activos en ser vendidos. Entre la narrativa y la lógica de negociación, el mercado siempre prioriza esta última.
Sin embargo, la influencia de factores políticos sobre la política monetaria no significa un relajamiento inmediato de la política monetaria. Los políticos pueden estar más inclinados a adoptar una estrategia de descenso de las tasas de interés a corto plazo y aumento de las tasas de interés a largo plazo, para complementar su política fiscal y los intereses electorales. Este complejo entorno de tasas de interés no tiene un impacto unidireccional sobre Bitcoin, sino que podría llevar a los inversores institucionales a optar por la espera.
Actualmente, uno de los principales desafíos que enfrenta el mercado de criptomonedas es la falta de compras activas. A pesar de que la volatilidad de la Reserva Federal debería beneficiar la narrativa de inversión en Bitcoin, el mercado carece de un flujo de capital activo, dependiendo únicamente de la entrada de capital pasivo. Sin suficientes compradores para absorber la oferta, incluso la lógica de inversión más convincente es difícil de reflejar directamente en la tendencia de precios.
En general, la reciente caída de Bitcoin no significa que su discurso de inversión haya sido negado, sino que refleja una reacción del mercado a corto plazo dominada por el flujo de capital y la lógica de negociación. A largo plazo, la politización de la política de la Reserva Federal podría, de hecho, reforzar la posición de Bitcoin como herramienta de cobertura. Sin embargo, la valoración del mercado sobre esto podría estar rezagada e incluso podría necesitar esperar a que ocurra un próximo evento importante para que se manifieste plenamente.