Worldcoin fue fundado por el cofundador de OpenAI y su equipo, con el objetivo de crear un sistema de identidad digital descentralizado y de aplicación global. Al utilizar un dispositivo de escaneo de iris Orb dedicado, la información única del iris de cada usuario se transforma en un identificador de identidad digital no replicable, World ID. Este proceso de identificación protege la privacidad del usuario y evita que entidades centralizadas controlen los datos personales.
Los usuarios deben primero descargar la aplicación oficial World App, hacer una cita a través de la aplicación o hacer fila en el lugar, y acudir al centro de verificación en el lugar equipado con dispositivos Orb. El proceso de escaneo de iris toma aproximadamente 10 segundos, y una vez completado, los usuarios generarán un ID Mundial único en la aplicación. Este proceso utiliza tecnología de prueba de conocimiento cero para garantizar la seguridad de los datos y que la privacidad no se filtre.
Los usuarios que verifiquen con éxito su identificación pueden recibir una cierta cantidad de tokens WLD de forma gratuita, que son activos importantes para participar en el ecosistema de Worldcoin. Los titulares pueden participar en la votación de gobernanza de DAO, proponer sugerencias para las actualizaciones técnicas del proyecto, estrategias de mercado y uso de fondos, y decidir colectivamente sobre la dirección de desarrollo futuro.
A pesar de las estrictas medidas de protección de la privacidad de Worldcoin, la seguridad biométrica y el cumplimiento normativo siguen siendo desafíos. Los usuarios deben proteger adecuadamente sus claves privadas a través de aplicaciones y billeteras oficialmente autorizadas para prevenir el phishing y la filtración de información. Se recomienda que los usuarios novatos primero experimenten el proceso de distribución (airdrop) e identificación para participar de manera racional mientras se difunden los riesgos.
Worldcoin redefine la verificación de identidad digital, combinando descentralización, protección de la privacidad y autonomía comunitaria, proporcionando una piedra angular para las finanzas inclusivas en la era de la IA. No es solo un token, sino que también construye una red humana real, prometiendo traer una gobernanza social de gran alcance y una innovación financiera.